24 de diciembre de 2007

Sáhara Occidental: Marruecos, 32 años de ocupación

En Madrid, miles de personas recuerdan la responsabilidad de España. Las organizaciones de solidaridad reprochan al gobierno español su silencio ante la represión y su connivencia con régimen marroquí
En Madrid miles de personas se manifestaron en noviembre convocadas por la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con El Sáhara (CEAS). Bajo el lema "Marruecos culpable, España responsable", la marcha recorrió el centro de la capital de España y, al llegar al final, junto al Ministerio de Asuntos Exteriores, arreciaron los gritos y eslóganes, especialmente el de 'Moratinos, atiende, el Sahara no se vende', en referencia al Canciller español, Miguel Ángel Moratinos y a la posición 'de facto' del gobierno español, que apoya la 'autonomía' que Marruecos ofrece a los saharauis, en lugar de permitir que ejerzan su derecho a la Autodeterminación, como exigen las resoluciones de la ONU.
La manifestación recordó la enorme responsabilidad española ante el genocidio que Marruecos, perpetra en el Sáhara. La manifestación recordó los llamados "Acuerdos de Madrid", firmados de forma vergonzante el 14 de Noviembre de 1975, por los que España, potencia colonizadora y comprometida ante Naciones Unidas a dar paso a la autodeterminación del pueblo saharaui, cedió el territorio, ilegalmente, a Marruecos y Mauritania, dejando abandonada a la población autóctona. Una parte de ella logró huir hacia el interior del desierto, aunque fue bombardeada con napalm por el ejército marroquí. Allí comenzó la resistencia y la constitución de la República árabe Saharaui Democrática. En los territorios ocupados, comenzó la carnicería.
Miles de personas reclaman la independencia del Sáhara
La manifestación de Madrid estaba encabezada por una gran pancarta con la leyenda 'Marcha por la independencia del pueblo saharaui. Contra la tortura y la violación de los derechos humanos en el Sahara. Lo que el mundo no quiere ver', sobre una serie de fotografías de saharauis que han sufrido golpes y torturas en los últimos meses a manos de las fuerzas de ocupación de Marruecos.
El representante saharaui en España Brahim Gali ha recordado la responsabilidad "legal, política, moral y humana" que España aún tiene 32 años después. "Pedimos que la asuma y defienda el derecho de autodeterminación saharaui y que denuncie la represión de Marruecos y su postura intransigente para lograr una solución justa", ha dicho
El presidente de la CEAS, José Taboada, ha insistido en esta idea: "Exigimos al Gobierno que no sacrifique ni abandone a los saharauis para llevarse bien con Marruecos ". Taboada ha instado al gobierno de Zapatero a denunciar la vulneración de los derechos humanos en sintonía con la decisión del juez Garzón de investigar a altos cargos marroquíes por delitos de genocidio y torturas en el Sahara.
El líder de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares también ha invocado "la obligación histórica y moral" de España. "El Gobierno no puede seguir utilizando al Sahara como moneda de cambio con el Gobierno marroquí", ha afirmado.

28 de septiembre de 2007

Reporteras de guerra ocultan los abusos sexuales para seguir trabajando

21 Septiembre 2007. IFEX.- Periodistas-es


Judith Matloff, quien enseña en la Escuela de Periodismo de Columbia y fue corresponsal para Reuters, afirma que las reporteras son "blanco en lugares sin ley en los cuales las armas son comunes y los castigos raros". Pero el temor de que se les retire una tarea o de ser tratadas de manera diferente es tan grande que con frecuencia las mujeres no informan a sus jefes.

Una fotógrafa en India que fue atacada por un grupo que le desgarró la ropa antes de que un espectador interviniera no le dijo a sus editores lo que había ocurrido. "Salí igual que los hombres. No quiero que se me considere más débil en ningún aspecto", dijo a Matloff.Las periodistas locales se enfrentan al riesgo adicional de ataques con motivación política. Los rebeldes violaron a una mujer con la que Matloff trabajó en Angola por sus supuestas simpatías hacia el partido gobernante.Debido al sigilo que rodea los ataques sexuales, es difícil juzgar su frecuencia. Matloff se enteró de una docena de ataques, principalmente en zonas de combate.


Entre los perpetradores hubo empleados de hotel, personal de apoyo, colegas e incluso policías y guardias de seguridad. Una encuesta realizada hace dos años por el Instituto Internacional de Seguridad en las Noticias encontró que de las veintinueve periodistas encuestadas que participaron, más de la mitad informaron de ataques sexuales en su trabajo. Dos dijeron que habían sufrido abuso sexual. La falta de un debate público ayuda a explicar por qué no hay capítulos que traten el acoso y ataque sexual en los principales manuales sobre seguridad de periodistas del Comité para la Protección de los Periodistas, CPJ y la Federación Internacional de Periodistas (FIP), dice Matlock.

Para las periodistas, Matlock recomienda capacitación sobre ambientes hostiles. "Nadie cuenta a las mujeres que el desodorante puede actuar como una maza cuando se rocía en los ojos, por ejemplo, o que es posible obtener alarmas para puertas o que, en algunas culturas, se puede ahuyentar a los violadores si se afirma que se está menstruando", aconseja.


Información enviada a la Red Internacional de Mujeres Periodistas y Comunicadoras

24 de agosto de 2007

¿Quién recuerda a Policarpa Salavarrieta?

En la céntrica zona de Las Aguas en Bogotá, Colombia, La Pola, muda, inmóvil, con sus manos atadas, ve caminar a diario un indeterminado número de estudiantes y personas que con indeferencia pasan frente al monumento. Pocos se detienen para leer la frase que pronunciara la heroína antes de ser fusilada por el ejército español:

"Pueblo indolente, cuan diversa sería vuestra suerte si conocieseis el precio de la liberatad. Ved que aunque mujer y joven me sobra valor para sufrir la muerte y mil muertes más".

Existen contradicciones sobre el lugar de nacimiento y el año de su muerte Policarpa, no obstante la Academia Colombiana de Historia nació en Guaduas el 26 de enero de 1795- Santafé de Bogotá de 1817.

Según la Gran Enciclopedia de Colombia del Círculo de Lectores Policarpa se crió en una familia acomodada, que tenía lo suficiente y era respetada en la villa, pero no poseía ningún estatus de hidalguía. El testamento de su padre, Joaquín Salavarrieta, lo muestra como un hombre de regular fortuna, que había emprendido negocios de agricultura y comercio. En el de su madre, Mariana Ríos, figuran ropas abundantes, alhajas de precio y menaje doméstico no escaso. La casa de la familia: Salavarrieta Ríos en Guaduas, que se conserva aún, convertida en museo, no es la más prestante, suntuosa o bien construida de la villa, pero tampoco es pequeña, ni miserable. La familia Salavarrieta Ríos se trasladó a vivir a Bogotá en 1789. Se establecieron en una casa baja de tapia y teja en el barrio de Santa Bárbara. En 1802 se extendió una epidemia de viruela en la capital, a causa de la cual murieron el padre, la madre y dos hermanos de Policarpa: Eduardo y María Ignacia. Después de esta tragedia, la familia Salavarrieta Ríos se disolvió: José María y Manuel ingresaron a la comunidad agustina; Ramón y Francisco Antonio viajaron a Tena e ingresaron a trabajar en una finca; Catarina, la hermana mayor, resolvió trasladarse de nuevo a Guaduas, alrededor de 1804, con sus dos hermanos menores: Policarpa y Bibiano. Se establecieron en la casa de la madrina Margarita Beltrán, hermana de Manuela, hasta que Catarina se casó con Domingo García, y sus dos hermanos se fueron a vivir con la nueva pareja. Del tiempo que la Pola vivió en Guaduas, hay poca información; parece que se desempeñó como costurera y algunos afirman que enseñó' en la escuela pública. Guaduas era entonces un sitio de obligado tránsito entre la capital y el río Magdalena, columna vertebral del país; viajeros notables, arneros, productos y noticias de todos los sucesos atravesaban constantemente la villa. En estos tiempos de guerra, Policarpa compartió con su familia el espíritu patriota. Su cuñado, Domingo García, murió luchando al lado de Antonio Nariño en la Campaña del Sur, y su hermano Bibiano fue veterano de la misma campaña.
Con anterioridad a 1810, parece que Policarpa no estuvo envuelta en actividades políticas. No obstante en 1817, cuando se trasladó a Bogotá, ya estaba participando en algunas, lo que muestra que la Pola había iniciado desde Guaduas sus labores patriotas. Cuando Policarpa y su hermano Bibiano llegaron a la capital, portaban salvoconductos falsos y llevaban una carta escrita por Ambrosio Almeyda y José Rodríguez, líderes de las guerrillas. Se alojaron en la casa de Andrea Ricaurte y Lozano, por recomendación de los líderes. Desde allí, Policarpa continuó con sus actividades subversivas y sus tareas peligrosas, como fueron coser a las señoras de los realistas para escuchar noticias, averiguar el número y movimientos de las tropas enemigas, su armamento y órdenes, y recoger informaciones que fueron útiles para las emboscadas que las guerrillas organizaban. También se desempeñó como voluntaria de las guerrillas, ayudando a sus amigos en las dificultades. Sus actividades estuvieron especialmente vinculadas con la guerrilla de los Llanos; recibía y mandaba mensajes, compraba material de guerra, convencía individuamente a jóvenes y les ayudaba a adherirse a los grupos patriotas. Experta en espionaje, Policarpa se volvió rápidamente indispensable para la causa patriota. Ella trabajaba siempre al lado de algún compatriota como su hermano Bibiano, pero su compañero de trabajo más importante fue Aléjo Sabaraín. Sabaraín ya había luchado junto a Nariño en el sur, y había sido capturado en 1816; al año siguiente lo cubrió el indulto, y libre, se dedicó al espionaje. Las actividades de Policarpa tal vez no hubieran resultado sospechosas para los realistas, de no ser por la huida de los hermanos Almeyda, quienes fueron capturados con documentos que comprometían a la Pola.
El arresto de Alejo Sabaraín fue el elemento definitivo para la captura de la Pola, pues Sabaraín tenía una lista de nombres de realistas y de patriotas que la Pola le había entregado. Hasta ese momento, Policarpa se había podido mover hábilmente por la ciudad, porque estaba recién llegada y muy poca gente la conocía; además, su juventud e inteligencia le habían permitido desenvolverse con gran capacidad. El sargento Iglesias, el principal agente español en la ciudad, fue comisionado para encontrarla y arrestarla. Policarpa fue detenida en la casa de Andrea Ricaurte de Lozano, y reducida a un calabozo en el Colegio del Rosario. El Consejo de Guerra la condenó a muerte, el 10 de noviembre de 1817, junto con Sabaraín y otros patriotas más. La hora y fecha determinada para el fusilamiento fueron las nueve de la mañana del 14 de noviembre de 1817. La Pola marchó con dos sacerdotes a los lados. Se resistió un momento a marchar, para poder expresar sus pensamientos a los ministros que la acompañaban. Prosiguió con paso firme hasta el suplicio, y en vez de repetir lo que decían los religiosos, no hacía sino maldecir a los españoles. A1 subirla al banquillo, se le ordenó ponerse de espaldas porque así deberían morir los traidores; ella solicitó permiso para ponerse de rodillas, por considerar que ésta era una posición más digna de una mujer; mostrando gran parte de su espalda, murió. Su cuerpo no fue expuesto en las calles de Bogotá como los de sus compañeros fusilados con ella, por ser un cuerpo femenino. Sus hermanos sacerdotes lo reclamaron y lo guardaron en la iglesia de San Agustín. La ejecución de Policarpa Salavarrieta, mujer joven, por un crimen político, movió a la población y creó una gran resistencia al régimen del terror impuesto por Juan Sámano. Si bien muchas mujeres fueron igualmente asesinadas durante la ocupación española, el caso de la Pola cautivó la imaginación popular. Su muerte inspiró a poetas, escritores y dramaturgos para inmortalizar su historia, siempre resaltando su valentía y coraje [Ver tomo l, Historia, p. 280].
BEATRIZ CASTRO C.



Bibliografía
DÍAZ DÍAZ, OSVALDO. reconquista española. Historia Extensa de Colombia, Vol. m. Academia Colombiana de Historia. Bogotá, Lerner, 1964, tomo 1, pp. 341-395. LÓPEZ, JOSÉ HILARIO. Memorias. Medellín, Bedout, 1969. MONSALVE, JOSÉ DOLORES. Mujeres de la Independencia. Biblioteca de Historia Nacional. Bogotá, Academia Colombiana de Historia, 1926. ORTEGA RICAURTE ENRIQUE y JOSÉ MARÍA RESTREPO SAENZ. La Pola, yace por salvar la Patria. Bogotá, Archivo Nacional, 1949. POSADA, EDUARDO. "Policarpa Salavarrieta". En: RAFAEL M. MESA ORTÍZ. Colombianos Ilustres (Estudios y biografías), tomo v. Ibagué, "El Meridiano", 1929, pp. 1-47.

http://www.lablaa.org/blaavirtual/biografias/salapoli.htm

14 de julio de 2007

Manizales




Céntricas calles de la capital del Departamento de Caldasen el Eje Cafetero.
Y su Plaza de Bolívar precidida por la estatua del Bolívar Cóndor del maestro Rodrigo Arenas Betancourth.

En un barrio de estrato uno.

5 de junio de 2007

¿Dónde está el comedor?


Desayuno en la escuela de los niños Wayúu.

25 de abril de 2007

Los bancos rodean la Catedral de Popayán






Una exquisita arquitectura colonial, una blancura imponente, su plaza Caldas bajo la sombra de viejos y robustos árboles es lo que destaca a primera vista de la ciudad de Popayán, capital del Departamento de Cauca, al sur de Colombia.
La catedral se impone en la inmensa plaza custodiada en su altar por un ángel y en el exterior ocho de los principales bancos que hacen presencia en el país. La excepción la hacen tres negocios de nueva tecnología, un viejo almacén , una agencia de Viajes y la Cámara de Comercio. ¡Aleluya!

1 de marzo de 2007

Pereira por el ojo de la cámara





La zona rural y la Universidad Tecnológica de Pereira contrastan con al vida en una céntrica zona de venta callejera.

5 de febrero de 2007

Mujeres colombianas reclaman derecho a la integridad

Las organizaciones que constituyen la Ruta Pacífica de Mujeres, rechazaron en un comunicado el incendio provocado en el Centro Comunitario De la Ciudadela de la Paz en Ciudad de las Mujeres, acción realizada por actores armados no identificados y dirigida contra la Liga de Mujeres Desplazadas de Bolívar

Con estos hechos y los permanentes hostigamientos y crímenes cometidos contra la Liga de Mujeres Desplazadas y las mujeres que hacen parte de esta organización, se quiere silenciar la voz de quienes con terquedad y gran esfuerzo construyeron un espacio propio, para reconstruir sus vidas marcadas por la guerra. Este espacio materializado en la Ciudad de las Mujeres, es un símbolo de la voluntad de muchas de avanzar en un país viable, amable, habitable y pacifico...", puntualizó el documento.
Las mujeres de la Ruta Pacífica de los diferentes departasmentos de Colombia, condenaron el hecho y exigieron al gobierno nacional y las autoridades competentes una investigación y castigo a los culpables de este hecho y los anteriores cometidos contra la Liga de Mujeres.
Además exigieron la verdad, justicia y reparación y la no repetición.